martes, 2 de diciembre de 2008

De Helena Araujo. Dos textos.

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Portal-blog complementario a NTC ...
Cali, Colombia.
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El Tinglado: ¿Novela posmodernista?
Por Helena Araujo, elena.araujo@bluewin.ch
Suiza, 2 de diciembre de 2008. Especial para NTC …
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Arquitecto, urbanista y experto en ergonomía, Antonio Bustamante ha publicado varios libros científicos y uno de teoría musical, repartiendo su vida entre España y Suiza, entre la docencia y la ONU… ¿Confesarlo? un nomadismo tan académico como burocrático, parece inspirar su primera novela, El Tinglado (March Editor, Barcelona, 2006). Influenciada por el vanguardismo hispánico y latinoamericano , esta obra hereda del surrealismo y del Nouveau Roman una desconstrucción que parece estructurar y a la vez desaprobar la lógica que ha de hacerse ilógica al transformar lo positivo en negativo. Un humor venturoso admite aquí un narrador autobiográfico, adaptándolo a un ciclo de formación desarrollado en trayectorias y aventuras que pueden ser tan subjetivas como la androginia -o la experiencia mística.
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¿Por dónde comenzar? Jusuf Albistel, bautizado Jesús Alpiste, llega al continente con un grupo de moros desarrapados y luego de ser acogido por un poderoso personaje hispánico se resigna a que quienes tienen “la sartén por el mango” no son como parecen ser. Aceptando que “así es la cosa”, conseguirá trabajo en una población más bien turística, a condición de comercializar un codiciado “ producto” . ¿Anunciarlo? El azar ha de hacerle merecedor de una plaza en la Ciudad de los Tinglados, donde, en vez de túnicas, los habitantes visten enormes “corbatas de colores”. Antes de tomar el avión, Alpiste osa, sin embargo, una escala en Barcelona, hospedándose en una pensión donde otro joven forastero le convence de adherir a una protesta y asistir a una manifestación que ha de suponer “el golpe de gracia a la oligarquía”. Durante el evento, tanto Alpiste como su compañero temen a las brigadas de “sociales”, cuyo Jefe no tarda en localizarlos y exigirles papeles de identidad. Ahora bien, si la vocación revolucionaria de Alpiste se agota ahí mismo, su vocación amorosa la reemplaza, pues al tomar el avión hacia su nuevo destino, conoce una azafata que nunca olvidará. ……..
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La Segunda Parte de la novela será en La Sede,, “un edificio enorme, sucesivo, con el principio muy lejos del fin”. Acogido por dos funcionarios de extraña apariencia que rivalizan en capacidad de intriga, el nuevo empleado soportará sus querellas antes de asistir al asesinato del burócrata menos hábil, lamentando que “pasen días antes que el equipo de limpieza se lleve la carroña.” Luego de tal noviciado, Alpiste ha de ser entrevistado y finalmente nombrado Responsable General Adjunto. ¿Quién hubiera pensado que desde entonces debería lidiar las broncas de los funcionarios? Y claro, ayudarles en transes como la histeria de una esposa alelada o el cambio de sillones viejos en la oficina. Fatalmente, carambas, dignatarios como Don Bostezo o el Perfecto Vacío le achacarán todo lo que salga mal en El Tinglado…… . Entonces, tras presenciar una delicada intervención en que cierta secretaria debe remendarle el sombrero al Jefe General, Alpiste escribe una carta oficial anunciando que ha llegado a la madurez. Para comprobarlo, comprará ropa cara, usará corbatas elegantes y se hará un peinado de corte posmoderno….. Pronto, sí, sí, se topará con Diptongo Sevachski, colega con quien ha de concretar un proyecto literario….… Heredero de todos los atributos y dueño de todas las iniciativas, Sevachski le propondrá escribir un alevon, narración escrita de adelante para atrás, sobre las peripecias de un personaje equívoco. Con rasgos de anti-héroe y fama de homosexual, el protagonista que se inventan poseerá un recetario para profetizar el Fin del Mundo. ¿Dudarlo? alevon será también el testimonio de las hazañas de un Clan y del complot de un crimen. Sin embargo, cuando Sevachski rechaza el guión, Alpiste decide aceptar una candidatura para Responsable General. Y a raíz del nombramiento -¿quién lo hubiera imaginado? - el edificio de El Tinglado se incendia y Alpiste no se deja salvar por un bombero sospechoso. Decididamente su destino estará en Ultratumba ……
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Ahora bien, si la Segunda Parte de la novela resulta ser una sátira kafkiana contra ciertos funcionarios de ciertos organismos internacionales, la Tercera Parte ironizará en torno a las nuevas religiones, los falsos profetas y las factorías literarias. ¿Anticiparlo? En lo que podría llamarse el Mundo de los Espíritus, Alpiste ha de reencarnar, o mejor, desencarnar como una señora despistada que halla en su camino un monje tibetano y una gente que ha de ayudarle a lidiar su situación de intermitente. El monje, apodado Manolo, pretende convencerle que marche hacia una luz que él mismo desconoce. Perplejo, Alpiste recurre al protagonista de su novela alevon, y discute con él sobre la manía que tienen los terrígenas de clasificarlo todo en positivo y negativo. Ambos están de acuerdo en que la percepción puede llevar al error… Además, el tal personaje opina que lo soportado por la materia, petenece al Lado de Acá. Y….. lo de Acá ha de acabarse sin prisas. Verdad, Alpiste halla enseguida un sabio llamado Angelo, dedicado a construir un embudo en que el Eros ha de terminar en el Caos, tal como lo probará una cinta pornográfica que “pertenece a la sinrazón”…… Por fin, buscando la poesía en “la sinrazón”, Alpiste da casualmente con la azafata que ha amado desde siempre. ¡Oh gloria! Ahí mismo se abrazan, se besan y entran en un venturoso trance de happy ending ….
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El Tinglado, ¿novela posmoderna? Según Julio Ortega, la característica más significativa del posmodernismo “podría ser la subversión del sujeto unificado”(1988). Según Norma Mazzei, “la parodia, como elemento significante del posmodernismo, generaría simulacros mediante la intertextualidad y la autorreflexión.”(1990). Según D.S.L. Jarvis, el posmodernismo, como pluralismo deconstructivo “ podría convertirse en un instrumento de resistencia política hasta lograr desestabilizar, o atentar contra los sistemas occidentales del saber”(2000)(1) Luego de leer y reír durante 177 páginas, ¿no basta con decir que El Tinglado brota de un imaginario fértil y es una ficción tan insolente como divertida?
HELENA ARAUJO
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(1) Citados por Tompkins Cynthia Margarita, Latin American Postmodernisms, University Press of Florida, 2006 pp. 16, 15, 159 . .
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JACQUES GILARD, UN FEMINISTA DE CORAZON
Por Helena Araujo
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elena.araujo@bluewin.ch
Suiza, 20 de noviembre de 2008. Especial para
NTC …
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¿Olvidar a Toulouse? Imposible. Su legendaria catedral y su río de nombre femenino me acapararon la imaginación desde que estuve allí.….. ¿en los años ochenta? Quizás… Antes, mucho antes, recién llegada a Suiza, había conocido en un viaje a París a Jacques Gilard, lúcido y afable catedrático, aficionado a las letras caribeñas. Para mí, cachaca renegada, su fervor por la Costa Atlántica resultaba tan misterioso como fascinador. A Gilard, si mal no recuerdo, me lo presentó Flor Romero, entonces funcionaria en la Embajada Colombiana, autora de un par de novelas considerables. ¿Quién lo hubiera creído? en esa época, Flor, fundadora en Bogotá de la revista cultural Mujer, se empeñaba en hacerme conocer un francés occitano, interesado en nosotras, las escritoras. Bueno, Gilard brillaba en la Universidad de Toulouse, había recorrido la Colombia costeña y proyectaba investigar o publicar la obra periodística de García Márquez y la obra narrativa de quien los barranquilleros apodaban El Sabio Catalán. ¿Confesarlo? con Gilard simpatizamos en seguida y principiamos a cartearnos de Lausana a Toulouse ida y vuelta en primavera, estío, otoño e invierno. Además, él me mandaba textos suyos sobre puertorriqueñas como Rosario Ferré o cubanas como Nancy Morejón. Y claro, yo le mandaba cuentos míos sobre bogotanas inconformes o militantes izquierdistas. En 1978, la revista Caravelle, que dirigía, publicó uno titulado “El Veraneo”, que Jacques traduciría tiempo después con gran esmero, tal como pretendí recordarle un trágico día de noviembre de 2008 en que mi llamada telefónica quedó sin respuesta…. Caramba, hubiera querido mencionarle a Jacques también los cuentos míos incluídos en Caravelle durante treinta años, y los textos míos publicados en otra revista que dirigía: L’Ordinaire Latino-américain. Bueno, hubiera querido repetirle, además, que en el pasado nuestra correspondencia se había hecho más intensa cuando comentábamos obras de Marvel Moreno, la escritora barranquillera residente en París. ¿Creerlo? Desde siempre, Jacques era su albacea y traductor, aconsejándola e intentando guiarla en los laberintos del mundo editorial parisiense y madrileño. Bueno, sin su asesoría, quizás Marvel Moreno no hubiese logrado realizar lo realizado con su primera novela, vertida a varios idiomas y merecedora de premios internacionales. ¿Proclamarlo? Por su lealtad a las escritoras, ¡Jacques era un feminista de corazón! Sí, sí, durante un coloquio en la Universidad de Toulouse (FEMMES DES AMERIQUES, 1985), sorprendería al cuerpo académico con una ponencia sobre narradoras costeñas, analizando cómo y cuando Marvel Moreno lograba emanciparse del clasismo y el racismo de su casta, hallando una identidad por fuera de todos los prejuicios. Ahora bien, si en esa ocasión no alcancé a oír a Jacques por estar ausente de Francia, sí pude apreciarle posteriormente, celebrando con él en Toulouse los “25 años de Caravelle” en 1988 y atreviéndome a disertar allí sobre el feminismo latinoamericano. ¿Feminismo? Sí, un feminismo que ya no asustaba al Profesor Gilard de la Universidad de Toulouse, ni al Profesor Rodríguez Amaya de la Universidad de Bergamo, ni al Profesor Roland Forgues de la Universidad de Pau. ¿Negarlo? uno y otro y otro aprobaban congresos sobre ficción femenina y reivindicación de género. Virgen Santa, en esos tiempos el feminismo proliferaba con deliciosa intensidad. Para celebrarlo, nos reuniríamos todos y todas otra vez en Toulouse, cuando Gilard y Rodríguez Amaya organizaron en 1997 un Congreso Internacional para analizar la obra narrativa de Marvel Moreno, recién fallecida. Sí, sí, allí y entonces, la ponencia de Gilard sobre las cronologías de la escritora barranquillera, resultaría tan impactante como la de Rodríguez Amaya sobre su “relojería literaria”. ¡Cuánto recuerdo a Jacques en esa primavera! Y cuánto lo recuerdo años más tarde, en la universidad pirenaica de Roland Forgues, dando otra conferencia sobre las genealogías de Marvel Moreno. Carambas, en esa ocasión le escuchaba yo en compañía de una colombiana discípula suya, Yohainna Abdala Mesa, ganadora de una Beca de Investigación Literaria. Con Yohainna, por molestar, nos chanceábamos llamándole Monsieur le Professeur, pero sabiendo que siempre había sido y sería un feminista de corazón…. Helena Araújo
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Murió Jacques GilardEl primero de noviembre 2008 murió Jaques Gilard, uno de los más importantes estudiosos de la literatura latinoamericana, quién desarrolló su trabajo desde la Universidad de Toulouse – Le Mirail. Fue un especialista en autores colombianos del siglo XX, en especial del Grupo de Barranquilla (artistas, escritores, periodistas) y de las obras de Gabriel García Márquez y Marvel Moreno (a quién dio a conocer en el mundo entero).
J. G., el investigador enamorado – Julio Olaciregui – El Heraldo
In Memoriam, J. G. – Fabio Rodríguez Amaya
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Jacques Gilard
Directeur de l'IPEALT (Institut Pluridisciplinaire pour les Etudes sur l'Amérique Latine à Toulouse http://w3.ipealt.univ-tlse2.fr/ ). Professeur à l'Université de Toulouse-Le Mirail. Directeur de la revue Caravelle. Uno de los grandes estudiosos de la obra de Gabriel García Márquez y Álvaro Cepeda Samudio. En los años ochenta, rescató la obra del escritor y dramaturgo catalán Ramón Vinyes i Cluet, conocido como “el Sabio Catalán”. Participó en las 1° Jornadas de Estudio Ramón Vinyes ‘El sabio catalán’ de Cien Años de Soledad. Un escritor a caballo de Cataluña y el Caribe colombiano. A continuación, y por respeto a un trabajo de alto valor para la historia cultural del Caribe colombiano, colocamos todo su trabajo investigativo y académico: ver